El planteamiento de la ECHA está en línea con la solicitud del Parlamento Europeo a la Comisión para una prohibición a escala europea de los microplásticos añadidos deliberadamente a productos como los cosméticos y detergentes antes de 2020, así como la adopción de medidas para minimizar la liberación de microplásticos procedentes de productos textiles, neumáticos, pinturas y colillas.

Según la evaluación de la ECHA, los riesgos derivados de los productos que liberan microplásticos en el entorno no están convenientemente controlados. Varios Estados miembros de la UE ya han aprobado la prohibición de algunos usos, sobre todo en los productos cosméticos que se lavan.