La innovación técnica consiste, por un lado, en la subdivisión de la botella en diferentes zonas funcionales. Para la parte superior de la botella, se escogió un diámetro pequeño. Esto mejora la estabilidad de sujeción para el usuario. Ranuras especiales refuerzan adicionalmente la zona de sujeción, lo cual permite incluso el etiquetado de botellas vacías. La parte inferior de la botella posee un diámetro visiblemente más grande, ya que contiene la mayor parte del producto a envasar. En esta zona, el espesor de pared es inferior a 0,1 milímetro. Por el otro lado, en la botella durante el proceso de llenado se introduce una pequeña cantidad de nitrógeno líquido, el cual se convierte en gas después del taponado, creando así una presión interna de aprox. 0,5 bares, que sirve para evitar su colapso durante el transporte y la manipulación.

Además, el nuevo patrón de cuello desarrollado especialmente por Krones y Bericap (sin el anillo de sujeción) pesa apenas 1,3 gramos; y con solo 1,1 gramos, también la tapa es ultraligera. La combinación entre rosca, tapa, distribución del material, diseño y empleo de nitrógeno hace posible el desarrollo de una botella con apenas 6,6 gramos de peso.